Mudanza con mascotas

Mucho hablamos acerca de disminuir el estrés ante una mudanza pero debemos incluir en ese ejercicio a nuestros compañeros de vida: Las mascotas.   

Ordenar, empaquetar, catalogar las cajas, establecer el traslado con tu empresa de mudanzas, para luego deshacer los bultos, abrir las cajas,  y comenzar a organizar todo en tu nueva casa, entre todas las acciones necesarias para realizar una mudanza, especialmente si es una internacional, puede resultar algo agobiante y llegar a provocar estrés y nervios.

Tu mudadora puede disminuir notablemente ese malestar si resulta una empresa sólida, capacitada y con experiencia. Pero, ¿qué sucede con las mascotas?

Si bien con atención y cariño se les puede facilitar la vorágine de los cambios y la adaptación al nuevo hogar, elije una empresa de mudanzas que comprenda la importancia de tu mascota en tu vida, y que ellos NO SON OBJETOS.

En el caso de las mascotas que viven en jaulas o terrarios, como tortugas, hámsters o loros será más sencillo porque mantendrán su mismo lugar de seguridad. Su entorno de confort será el de siempre aunque cambie el paisaje. En estos casos se debe ser cuidadoso con el traslado, para que no se pongan nerviosos, en muchos casos es recomendable tapar su habitáculo y realizar movimientos suaves cuando se los cambia de sitio y respetar su estrés ya que ellos sienten mucho más que nosotros el cambio de olores, sonidos y especialmente perciben nuestro propio estado de estrés.

Con otros animales como gatos y perros, es diferente. Los perros son muy territoriales, y un cambio de casa implica la pérdida de su espacio habitual. Hay olores nuevos, ruidos desconocidos que deberá ir conociendo de a poco, debe asegurarse que no hay animales desconocidos, elementos de peligro y especialmente, que tú seguirás a su lado aunque el territorio sea otro.

Para los gatos, si se trata de un gato que no sale, las indicaciones serán muy parecidas a las de mudar a un perro, excepto que el gato necesitará explorar el nuevo hogar por si mismo un rato. No te asustes si se esconde por un momento y no sale, si sabes que está dentro de tu hogar y en un espacio seguro como un armario o una caja, déjalo que se quede allí, escuchando tu voz, oliendo los nuevos olores…notará que es su nuevo hogar cuando pongas allí tus (sus) muebles y objetos del hogar anterior.

En el caso de que el traslado sea de una casa con patio o jardín a otra, querrá mantener sus costumbres de salir por las noches y despuntar su instinto cazador y explorador, asegúrate de salir con él o quedarte cerca para llamarlo las primeras veces que se aleje mucho, hasta que logre acostumbrarse a los nuevos espacios y así poder regresar sin problemas. Puedes poner objetos de su pertenencia para que le sea más sencillo olerlos al alejarse.

Cuando se estás haciendo las maletas y preparando las cajas es conveniente que la mascota esté presente, que vea que “sus” cosas están siendo guardadas allí y luego verá que se desempacan en el nuevo hogar. Al menos en un momento, para preservar su seguridad, y que no estén durante el grueso de la mudanza, con las puertas abiertas y gente que no conocen entrando y saliendo con sus pertenencias.  En ocasiones los descuidos por dejar las puertas abiertas, sumado al estrés del animal, hacen que la mascota huya por los nervios o el afán de regresar a su antiguo hogar.

 Si es posible, no es mala idea dejar al animal con un familiar o una persona de confianza mientras se descargan las cajas y se descargan las cosas en el nuevo hogar. De esta manera el perro o el gato no se estresan gratuitamente en un ambiente desconocido y en el que nadie le presta atención. Pero si, en el momento del orden, de desarmar las cajas con ciertas pertenencias, que él o ella lo vean y sean parte de la escena.

Si esta última alternativa no es viable, puedes prepararle distracciones, juegos, en el caso del gato, que esté en un lugar cómodo en el que se sienta seguro y escondido, y en el caso del perro, si es posible que esté en un espacio abierto y tranquilo donde pueda estar entretenido con juguetes comestibles, su cucha o elementos que le sean familiares.

Pero no es conveniente que vean de pronto la casa vacía o de pronto todo acomodado en otro sitio, para que comprendan qué es lo que está sucediendo.

Si el viaje es largo y se realiza en coche, hay que ir haciendo varias paradas para que el animal pueda hacer sus necesidades y estirar sus miembros.

Priorizar sus objetos: Las cajas con su cama o cucha, juguetes y recipientes deberían ser una de las últimas en ser empacadas, para que el animal no se sienta desplazado, y ser una de las primeras en instalarse en la nueva casa cuando el perro o el gato ya estén dando sus primeros pasos en el lugar. Una opción es no lavar los elementos de su cama durante un par de semanas, para que pueda tener objetos que identifique con el olor conocido durante varios días.

Resulta esencial que el animal tenga una chapita con los datos de contacto, y recuerda cambiar el domicilio registrado en el microchip.

El equipo de Willmove, sabrá asesorarte y llevar a cabo la logística necesaria para que tu mudanza sea una experiencia positiva para ti, y para todos los miembros de tu familia.

Contáctanos.

www.willmove.net  +34 918 864 345  info@willmove.net


Otras publicaciones que pueden interesarle: 
Mudanzas internacionales

Comentarios

Entradas populares